Un ideario político es eficaz si lo local contiene lo nacional: “lo universal es la aldea”Cali afronta múltiples desafíos. Podríamos empezar destacando las deficiencias de gobernabilidad y transparencia de las últimas administraciones. También las deficiencias de inclusión social y de movilidad. En Cali conviven dos Cali: una empresarial y con tejido social, construida en las laderas de la Cordillera Occidental y otra marginada y marginal al río Cauca, sin una real articulación a la anterior y apenas sí, con alguna unidad de su tejido social, donde siguen jugando más los lugares de procedencia de sus pobladores que la articulación cívica que les procura la ciudad..
Toda Cali, como consecuencia de los dramas nacionales y de los suyos propios, padece el crecimiento de los delitos ligados al narcotráfico, particularmente el incremento del homicidio y de la ‘des culturización’ que este fenómeno produce. También padece los efectos violentos y de secuestro del conflicto guerrillero. Su entorno ambiental se está perdiendo o se ha cubierto con cemento. Su civismo, que le dio liderazgo en otros tiempos, se reemplazó con una gran dosis de indiferencia y resentimiento ciudadano. Podríamos continuar con esta camándula de tristezas, pero de lo que se trata es de superarlas..
La pregunta, entonces, podría ser: ¿dónde centrar los esfuerzos para recuperar a Cali, “luz de un nuevo cielo”, productivo y pachanguero? Tal vez este desafío nos exige pensar a Cali desde la óptica de un futuro empresarial y social, obligándonos a mirar de allá para acá. Permítanme un atrevimiento: presento una sugerencia, limitada por la distancia y el tiempo, de un bugueño-caleño que dejó esta ciudad hace más de 30 años, pero que la lleva en el corazón..
Ante este abigarrado sistema de problemas-desafíos mencionado es necesario encontrar los “objetivos dinamizadores” que hagan sistemático el esfuerzo para su superación. Porque los esfuerzos o aun los logros, en cualesquiera de algunos de estos problemas-desafíos, hechos sin un propósito sistemático, pueden terminar siendo absorbidos por la inercia de la ineficiencia de los otros problemas Adelantemos entonces ese pre-juicio (en el sentido de primario, de provisional y en elaboración) sobre dos posibles grandes “variables dinámicas sintetizadoras y jalonadoras” para la transformación y recuperación de Cali:
1. El desarrollo de la competitividad de Cali como ciudad-región, requiere favorecerse de sus ‘ventajas comparativas’. Ventajas como su ubicación geográfica en un valle feraz y relativamente de desarrollo homogéneo, a no más de 1000 Mts. de altura sobre el nivel del mar, que la favorece para la aviación de carga; con su cercanía al Pacifico, el océano del desarrollo y el comercio del siglo XXI y al puerto marítimo de mayor capacidad del país. Cali, es ciudad polo de atracción de las otras ciudades vallecaucanas, que tienen relativa homogeneidad industrial, agroindustrial y de comunicación.
Esto favorece la competitividad de la ciudad-región, tal vez, como en ninguna otra región con un nivel semejante de desarrollo en el país. Requiere, eso sí, construir verdaderas cadenas productivas y sistemas de comunicación y transportación hacia el mercado global y particularmente hacia el Pacifico, para lograr transformar esas ventajas comparativas, que siempre serán relativas, en verdaderas ‘ventajas competitivas’, que por su auto sostenibilidad y progresión, tienden a ser más permanentes. Esto haría de Cali como ciudad-región el polo de desarrollo del Occidente colombiano, articulando la región y el país al Pacifico, puerta de entrada y de salida a los mercados más demandantes del mundo contemporáneo: China, India, California, Chile, países del Sudeste asiático, etc.
Esto significa o demanda cambiar la concepción artesanal de cada empresario por el criterio contemporáneo de las cadenas productivas o ‘clusters’, que generan formas asociativas de los empresarios nacionales para enfrentar la competencia mundial, y que permiten al empresario ‘jalonador’ –por su tamaño y capacidad técnica- centrarse en el objeto fundamental en el que agrega valor. Con ello abre oportunidades a otros emprendedores, dentro del ámbito territorial de esa cadena productiva, asociándolos en el objeto estratégico de la captura de un nicho del mercado global y distribuyendo beneficios acorde a la agregación de valor total.
2. Con la misma importancia de la variable anterior y concomitante a ella, se hace necesario, abordar la construcción de una unidad e identidad social que transforme la polarización entre las dos Cali en una dinámica incluyente, dándole base social y sustento en capital humano, al desarrollo competitivo. Se impone superar la diferencia entre la Cali histórica y tradicional, la de la ladera de los cerros, “blanca”, pudiente y “emprendedora”, frente a la Cali marginada y marginal del rió Cauca, para algunos “llena de abulia”, formada por la migración, llena de salsa y color, vacía de comida y sabor, rebosante de de desocupados en busca de oportunidades y de desplazados por el conflicto interno.Nos atrevemos a pensar que en este objetivo de integrar las dos Cali debiera combinarse la acción sistemática de la administración local con los esfuerzos de las Fundaciones de la empresa privada para el propósito central del desarrollo de una educación técnica, de calidad, vinculante al empresariado y al emprendimiento que articule a una niñez y a una juventud que debe, primero, vivir sin hambre. Una educación que brinde al menos dos alimentos diarios a los educandos. Participamos del criterio expuesto por destacados líderes empresariales del mundo, de que los desarrollos empresariales sin sostenibilidad social son gigantes con pies de barro, como nos lo muestran otros en Latinoamérica.
Variables dinamizadoras que miran al mundo y no al ombligo.
Estas dos variables constituirían la ‘pareja dinámica’ de ‘superación permanente’ (en la concepción kai zen de los japoneses). Frente a esta pareja o pareto, que concentraría los recursos y voluntades fundamentales, se podrían articular jerárquicamente el conjunto de las otras necesidades o desafíos. Tal vez, este ‘pareto dinámico’ para hacer de Cali una ciudad-región tendría que invertir los ejes del desarrollo que ha venido trayendo la región o el Valle: de una dinámica vertical, norte-sur, de ciudades que se han industrializado dirigidas al mercado interior, con su mira fundamental en Bogotá, a una dinámica horizontal o trasversal, oriente-occidente, con su mira puesta en el mercado internacional del Pacífico, que desarrolle el eje de comunicación, competitividad y exportación Cali–Buenaventura.
Esto permitiría vincularnos a la cuenca de desarrollo y consumo más importante del mundo, al mismo tiempo que, desestimularía las migraciones hacia Cali de las masas de desocupados–desplazados que conforman el cinturón del río Cauca y que hoy nos dicen con sus decisiones electorales [y también con sus decisiones económicas, que en los más de los casos son informales y en algunos, abiertamente delictivas] que Cali ya no será la misma y que su destino no podrá seguir siendo marcado por el grupo de familias aristocratizantes que lo definían. El desafió de Cali con el Pacífico y con Buenaventura, en cierta medida, reproduce el desafió de EU con sus inmigrantes hispanos-americanos: sólo con el desarrollo vinculante de la región más deprimida de esa bipolaridad se podrá incluir al desplazado y controlar la migración.
Nos parece que, si se invierten los ejes de desarrollo del mercado interior al mercado global podremos articular las distintas empresas y procesos empresariales en verdaderas cadenas productivas, disminuyendo no sólo los costos explícitos sino los costos implícitos de transacción, y disminuyendo la presión migratoria sobre Cali. (Ver Mapa)
Si este propósito así planteado resultara sugerente para los factores de poder en Cali, nos permitiría hacer de Cali una ‘ciudad costera de segundo piso’ articulada a Buenaventura en el ‘primer piso’. Se impondría construir un puerto moderno y unas vías de comunicación férreas y de carretera que den salida a las exportaciones de las cadenas productivas del Valle: el eje transversal articularía el eje vertical. Obviamente un proyecto de este tamaño, solo puede hacerse con inversión extranjera que vincule a países como EU, Japón, China en grandes proyectos concesionados.
Un destino de ciudad complementa ‘empresarismo’ y civismo
La Cámara de Comercio de Cali precisó –en una investigación publicada en el “Observatorio Económico y Social del Valle del Cauca, No 7, Dic.2006- las posibilidades de desarrollo de las Cadenas Productivas, lo que se convierte en un activo de conocimiento extraordinario. Allí, con una encuesta empresarial, detalla las principales ‘debilidades y amenazas’ para el desarrollo de estas cadenas productivas y que podríamos llamar los cuellos de botella o “costos explícitos”, si nos permitieran abusar o forzar la matriz DOFA [debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas]. Precisa esta encuesta que de ellos el transporte y la ineficiencia de la cadena de abastecimientos, acumulan casi el 50% del conjunto de estas ‘debilidades y amenazas’.
Valga señalar que, a nuestro modesto entender, este análisis se preocupa de elevar la competitividad en una visión ausente del mercado internacional, lo que no nos permitiría establecer una de las ‘variables dinámicas’. También están ausentes las debilidades y amenazas que podríamos asemejar a los “costos implícitos” o de transacción que se originan en las confrontaciones producidas por el conflicto interno y por la conflictividad social derivada de la “ruptura” de las dos Cali, lo que deja por fuera la otra variable del ‘pareto dinámico’. Pero la utilidad de estas investigaciones y publicaciones resultan invaluables para el propósito de una conversación generativa de nuevas realidades. Si este pareto dinámico, de la competitividad y de la inclusión social, realmente tiene un efecto transformador del mundo empresarial a través de las cadenas productivas y del tejido social a través de la articulación de las dos Cali, entonces se tendrían que sumar otros aspectos complementarios y por tanto esenciales a lo principal, veamos:
*incluir los sectores más vulnerables y marginados nos exige un programa de movilidad que disminuya el tiempo y el costo de transportación en la ciudad que se vuelve un lastre a la competitividad. Este sistema de transporte ha de contribuir a superar la ruptura entre la Cali de ladera y la Cali marginal.
*Este objetivo debe ir acompañado de un programa de seguridad que recupere tanto la ciudad marginal como el puerto de Buenaventura del manejo creciente por las mafias del narcotráfico y de la guerrilla. Seguridad con inclusión social que la haga sostenible.
igualmente un proyecto de competitividad e inclusión exige densificar a Cali con una construcción mas vertical, que nos permita abaratar el ofrecimiento de los servicios públicos, de transporte colectivo y al mismo tiempo, proteja la tierra agrícola que los rentistas del suelo presionan para incorporar a la tierra urbana con pingüe ganancias para ellos y en detrimento de los ingresos municipales, o sea del patrimonio de todos los caleños.
* Estos dos aspectos anteriores permitirían prepararnos mejor frente al calentamiento global, protegiendo las fuentes de agua y la arborización de la ciudad y del Valle.
*Y otro punto, que no necesariamente por presentarlo de último sea el menos importante. Estos propósitos exigen que los planes de desarrollo de la ciudad región se construyan y pacten en Foro Público que incluya a los Diputados y Concejales y no como resultado de los acuerdos de pasillo en la Asamblea y en el Concejo Municipal, que tanto alimentan la politiquería. Este Foro Público ha de vincular lo mejor de la identidad cultural popular –la danza, el teatro, las expresiones folclóricas de los orígenes culturales diversos, el cine, etc.-de tal manera que resulte atractivo y al mismo tiempo culturizante.
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