lunes, 15 de marzo de 2010

CARTA A UN AMIGO: QUERIDO Y RESPETADO ALCIBÍADES.

Julio 2008

Hola Alcibíades, es un gusto saludarte y saber que tu cuerpo de salud está bien, porque de tu cerebro sé a través de tus escritos que los sigo con total atención. Igualmente sé que muchos de sus contenidos no los comparto, pero igualmente sé que nunca son livianos tus argumentos. Quisiera que vieses los asuntos de la vida económica y social con mayores matices. Es lo que a mí me parece. Otros verán en tus tajantes posiciones la firmeza de unos conceptos y la fortaleza de tus convicciones.



Ayer leí la declaración que con otros amigos firmaste llamando la atención para una superación política y consensuada del conflicto. Alabo este aspecto de la declaración, pero creo que a los antiguos amigos de las Farc no se les puede seguir tolerando ni justificando. La mejor contribución a su advenimiento a la paz y al torrente de construcción de un movimiento democrático es señalarles su verdadero papel, el rol objetivo -que aprendimos de Marx- que es independiente de cómo se autocalifiquen o de las declaraciones que hagan.

Y en esto las Farc, a nivel económico se han tornado en el factor real de reproducción de la jerarquización económico-social que el capital y capitalismo mafioso requieren en su expansión a través de las fronteras agrícolas, con lo que contribuye grandemente al carácter brutal del capitalismo colombiano.



A nivel político, se han tornado en un doble factor: 1°- de acicate para la derechización del país y de las gentes y objetivamente, 2°- elemento facilitador de la agresión contra el movimiento democrático que permitió su genocidio y división. Las Farc transformaron el movimiento urbano y popular en un apéndice de un movimiento putchista campesino, con la inversión de los objetivos y del papel de la democracia en la vida nacional y con la inversión también del comando de lo militar sobre lo político a nivel de los partidos de los trabajadores y de las organizaciones de masas.



Y a nivel cultural rebajó la calidad del pensamiento científico, político, sociológico y artístico. El pensamiento de la izquierda quedó prisionero de la bajeza de si el secuestro es un arma de lucha política. Y de otro paradigma: el despeje como condición para suspender la brutalidad sin nombre contra los seres humanos que se pudren en la selva a nombre de una fementida revolución.

Esa cultura es la de la muerte que niega la esencia humanista de las ideas libertarias y emancipadoras de los luchadores por el socialismo y la democracia.
Seguir pensando en las Farc como aquel movimiento de resistencia campesino, de los años 60, confundiéndolas con las Farc de hoy, es tan equivocado como pensar que el Partido Bolchevique de Lenin de los años revolucionarios es el mismo partido de la dictadura terrorista del estalinismo contra el proletariado, la cultura y el pueblo soviético.

Y en esto, Alcibíades, no nos podemos seguir ocultando en las ilusiones pasadas… porque nos quedamos como en el tango…Lo que nos aplazó, y hay el riesgo de que nos siga aplazando esas ‘ilusiones pasadas’ es la tardanza en la conformación de un movimiento democrático y civilista, urbano, anclado en las contradicciones modernas de este capitalismo que ha llevado en Colombia al 85% de la población a los centros urbanos, con grandes niveles de inequidad y de limitación democrática

Un movimiento que se articule a la contemporaneidad en la lucha contra el neoguerrerismo del grupo neoconservador que encabeza Bush; un movimiento que se articule a la defensa del planeta ante la debacle ecológica, debacle que arriesga ser más peligrosa que el capitalismo más salvaje. Y no me hables de que es el capitalismo la razón de la debacle ecológica cuando la Unión Soviética fue una gran contribuyente a ella y China hoy día es un factor terriblemente detrimental en el terreno ecológico.


Es ese movimiento democrático del que has escrito tantas veces, movimiento que plantea la democracia como proceso de desarrollo, para renunciar y eliminar las viejas tesis leninistas de la toma del poder. Son estas enseñanzas, las que he seguido con atención tratando de apropiarlas. Desecho lo que me parece el viejo ilusionismo pasado de los partidos monoclasistas, monolineales o de unidad ideológica y mucho más allá, el uní partidismo socialista como otro de los esquemas o contrabandos estalinistas que remplazaban las diversidad política, cultural, científica e ideológica del mundo abigarrado y complejo de la actualidad. Creo que es lo que s requiere para el desarrollo del conocimiento.


Bueno Alcibíades aquí va esta carta con mis mejores deseos de salud, bienestar y de amigable discusión, pero no por ello menos franca y enfática. Saludes a Lenin Flores, a Galo, a Álvaro Sierra y a todos los firmantes de los que sigo considerándome su amigo. Saludes a tu esposa y dile que siempre recuerdo con mucha gratitud la hospitalidad que me brinda en la casa de ustedes. Tan pronto esté en Cali te llamaré para ver si podemos vernos un rato y afrontar tus ácidos e irónicos comentarios.

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